Dwight Hartigan, a sin place…

Soft

Soft

  

Vivo inmerso en lo más profundo de tus deseos, habita en mi esa sensación de sentir tu cuerpo unido al mío, llevo en mi pensamiento el recuerdo de aquel momento en donde nuestras intenciones se conjugaron y crearon fantasía, gloria, extasis.

Puedo descubrir lo que tu alma anhela en la profundidad de tus ojos, reconozco así que una llama interna te va devorando, y con el brillo intenso de tus pupilas en la oscuridad de la habitación  se que la caza ha iniciado, que deseas volverme tu presa, que estoy a merced tuya.

Te mueves sigilosa por la habitación en donde la luz se ha apagado, puedo percibir tu aroma al cruzar por el pasillo, esconderte tras la puerta, llegar despacio hacia el sofá donde me encuentro, abordar conmigo hacia el lugar del placer extremo, enlazar tus brazos por mi espalda, empezando el ritual tan conocido y que buscamos perfeccionar en cada encuentro.

Te voy dejando que recorras mi pecho con tus manos, siento su calor al deslizarse por mi piel, vas dejando marcas de tus labios en mis hombros, en mi espalda, vas bajando hacia mis caderas, y buscas afanosa un punto donde mis fuerzas cedan ante tí dejando con ello una ventaja que te haga imponer tu condición.  

Siento tus uñas clavarse en mi abdomen, palpando la dureza de mi cuerpo, y haciendo un preámbulo hacia el encuentro con mi centro de placer, tus dedos lo acarician, lo toman suavemente esperando su respuesta, encontrándola, es mi placer erecto ante tu figura, ante la excitación que con tu piel provocas, en la espera previa a unirse a tu sexo, a que lo cubra completo con su calor y en sus embates te haga volar al fin del Universo.

Mi neutralidad ante tus acciones se rompe, paso a ponerme frente a ti, te veo completa, y te voy despojando de tu vestido, de esa exquisita lenceria que con cuidado portas, ese conjunto verde que te luce maravillosa, disfruto y aspiro el aroma a vainilla y jazmin que tu cuerpo emite, hasta que vuelvo a encontrar ese cuerpo desnudo que siempre me provoca, no importando que esta sea la enesima vez que lo observo, que lo exploro, que lo descubro, siempre encuentro un lugar en donde tu placer se esconde, en donde la búsqueda afanosa de mis sentidos en ti hallan el lugar donde pertenecen, donde ajustamos nuestros cuerpos, nuestras formas a la perfección.

Continúas tu con esa labor de provocarme, de despertar todos mis deseos en conjunto para desbordarlos en ti, tus labios rozan mi sexo en su paso hacia mis muslos, doblo mis rodillas para acariciar tu espalda, para disfrutar aún más esa imagen perfecta, la sensación de tu cabello acariciando mis piernas, de tu mirada al buscar la mía con ese hechizo que penetra, que prende la fábula de mis pensamientos, activa mi mente para realizar las más intensas fantasías.

Te tomo suavemente, conforme te incorporas voy marcando mi camino con mis labios, hasta llegar a la unión de tus pechos, firmes, duros, deseosos de ser cubiertos en su totalidad, de tener de nueva cuenta esa experiencia subliminal al momento de llegar a tu pezón, a tu aureola, morderles levemente, disparando un toque eléctrico por toda tu espalda, llegando a tu sexo, provocandolo, poniendole al rojo vivo al igual que todo tu cuerpo.

Te recuesto en el sofá que ha sido testigo de ya tantos encuentros entre nosotros, me deleito con los brillos que deja la tenue luz de luna llena sobre tu cuerpo, marcando tus formas, dejando a la imaginación lo que en esas sombras se esconde, definiendo caminos que decido recorrer, primero con mis manos, después con mi boca, finalmente con todo mi cuerpo que se vuelve cómplice al tuyo al primer íntimo contacto.

Mis labios ansiosos siguen el recorrido, van definiendo cada parte de tu cuerpo, la van dejando grabada en la memoria para que se quede así por toda mi vida, paso a paso, voy llegando a tu cadera, a tu cintura, tu abdomen que tiembla levemente a mi contacto, paso por tu espalda, la humedezco en esa curva que se forma antes de tu trasero, me detengo un momento, lo observo, firme, con piel suave, mis labios me piden llegar a ese punto, no lo niego, es un deleite sentir la forma que tus muslos se cierran firmemente, ocultando tímidamente la humedad que va brotando suave, lenta, y mi excitación se incrementa, te doy vuelta para probar de ese nectar, mi lengua lo recibe mientras acaricia con movimientos circulares ese lugar de origen, el centro de tus placeres, tu sexo total entregado a mi.

El cielo se siente cercano, una luz intensa te ciega, tu mirada se nubla, tu corazón palpita a cada momento más y más, un calor te invade de pies a cabeza, deseas morder, rasgar, rasguñar, pides un momento de paz que te permita pensar pero no llega, es el placer que mis caricias en tu sexo provocan lo que te esta poniendo fuera de ti, y lejos, muy lejos de aquí, hasta que en un instante todo se pierde, no hay ruidos, emites gemidos que han ido creciendo pero no los escuchas, no hay tiempo, se ha detenido, dejando grabada en la eternidad esa imagen de tu rostro liberando toda su pasión, no hay nada más, solo tu y yo.

En ese lapso donde el tiempo no existe, donde tu placer parecía haber llegado al límite, sientes mi sexo penetrar en tu cuerpo, cubierto por el calor completo del tuyo, lo abraza intenso, tus piernas se encadenan a mi cuerpo, a mi cintura, tu mente esta extraviada completamente, el movimiento cadencioso hace que mi sexo entre y salga en ti suavemente, cada vez más fuerte, frenéticamente, tu deseo de fundirse completa hace que te unas a mí cada vez más, ya no es solo placer, es una necesidad absoluta de liberar esto que llevas tan adentro, de sentir completa mis manos recorriendo tus pechos, mis labios en busca de los tuyos ya inflamados, sedientos de los míos.

Y finalmente sientes como llego a la cima dentro de tu cuerpo, cierro mis ojos, me uno a ti en ese lugar donde el extásis nos cubre, sin dejar nada a la vista, tan solo la sensación de estar completamente unido a ti, de nuevo emites un grito leve pero intenso, te abrazas a mi cuerpo buscando su apoyo, nos quedamos abrazados mucho, mucho tiempo, agotados, felices, hasta que el rayo de sol de un nuevo día nos deslumbra, se posa sobre tu rostro, y se así que eres feliz, completa, mujer total…

noviembre 22, 2007 - Posted by | Sensaciones y vivencias

8 comentarios »

  1. Debo confesar que ya se extrañaban tus letras, y con este texto reafirmo: Valio la espera.

    Creo que no soy la única que las extraño, por aquí anduvo una Palomilla en búsqueda de chamba constantinesca.

    Comentarios por Abogada del Diablo | noviembre 22, 2007 | Responder

  2. Definitivamente yo pensé que se le iban a pasar de tueste los bollos, pero veo que no, de quedaron en su punto 🙂

    Comentarios por Fab | noviembre 22, 2007 | Responder

  3. Ufff, voy mejorando entonces!!! que bueno que el alto control de calidad de mi correctora ya se va librando de mejor manera (de todas maneras, hago las correcciones que me ha sugerido).

    Saludos,

    Comentarios por George Constantine | noviembre 23, 2007 | Responder

  4. ¡oh, no! Llamado urgente al batallón de ELICI a Mar-vin lo ha secuestrado un «chodo fetoso» incluso se ha instalado en su vloj, Palomilla Tieniente Coronel 2do Regimiento

    Comentarios por fterrazas | noviembre 26, 2007 | Responder

  5. Exacto!!

    Cuando leo sus textos me siento como la princesa de un cuento sexual apunto de ser venerada, entrando en un bosque de humedades y sensaciones. Crea la magia de dos con el universo.

    Es sólo por momentos; en realidad soy una bruja de la lujuria, por eso no me darían el pasaporte en el universo Feèrico de la palomilla con alas de palabras.

    Toda bruja ha deseado ser princesa alguna vez.

    Un saludo

    Comentarios por cuatroletras | diciembre 5, 2007 | Responder

  6. 4L, que te digo, leo lo que me dices que sientes, y me da un gusto inmenso entonces saber que al escribir puedo lograr eso, y te confieso que me motiva a hacerlo mejor.

    Gracias por tus palabras, y te dire, ser una bruja de la lujuria tambien puede ser excitante…

    Comentarios por George Constantine | diciembre 5, 2007 | Responder

  7. Me gusta Soft. Jermano Mc Cartney (que diga mac Arthee), no te veia desde la cirugia recosntructiva que te hicieron.

    Esta cosa parece escrito por la mente genial de un bastardo amarillento, o minimo de Jackie Boy.
    (de tommy… el flanagan, no creo)

    mira… pobre Nancy, estos hartigan son bravos y respetables:

    tu mente esta extraviada completamente, el movimiento cadencioso hace que mi sexo entre y salga en ti suavemente, cada vez más fuerte, frenéticamente, tu deseo de fundirse completa hace que te unas a mí cada vez más, ya no es solo placer, es una necesidad absoluta de liberar esto que llevas tan adentro, de sentir completa mis manos recorriendo tus pechos, mis labios en busca de los tuyos ya inflamados, sedientos de los míos.

    , de nuevo emites un grito leve pero intenso, te abrazas a mi cuerpo buscando su apoyo,

    ahi es ta el problema…

    tiene final feliz la cosa.

    YO CREO QUE NO SE DEBERIAN ABRAZAR.

    Digo… cuestion de brasas. (preguntale a la abogada, que anda de SUPERBIAE)

    Comentarios por Clive Owen. | diciembre 24, 2007 | Responder

  8. Tu crees Jermano que el problema es abrazarse?? Mira, lo voy a analizar, y me gusta eso de la idea del Jackie Boy, le preguntare a Nancy (o a Milho, tu que sabes…)

    Comentarios por Dwight Hartigan | diciembre 24, 2007 | Responder


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